lunes, 15 de diciembre de 2014

EL ULTIMO DIA DE MI VIDA (eduardo guadalupe saucedo ortiz)

cuando yo te amaba, tu mirada era mi guÍa por el sendero que ondeaba, las palabras que emitías de tu dulce boca, eran mi credo que con gusto realizaba.

Cuando yo te amaba, el infinito era tan pequeño comparado con el amor que de los dos emanaba, el mismo amor que se da  cuando dos personas unen el cuerpo, la mente y el alma.

Entre llantos de alegrías y risas, tu vida y la mía, se acompañaban, cuando yo te amaba, el destino día a día pensando en ti labraba.

Formamos juntos la más inmensa riqueza del alma. Donde no hay cavidad de lujos y  riqueza, que solo forman dos personas qué se aman.

Esa riqueza, que no se destruye con guerras, ni temblores, ni con bocas destructoras que amenazan.

Cuando yo te amaba, a pesar de la falta de comida y escases de vestido, no hubo pobreza nunca en nuestra alma, cuando yo te amaba, cada tempestad era una piedra en el camino que juntos retiramos.

Cada mañana, el lindo resplandor del sol, era el preámbulo del amor, que día a día, nuestras vidas mantenían, el atardecer era el inicio del amor, y el placer que  noche a noche me brindabas.

Ahora en esta soledad, que es la única que me acompaña, vivo del recuerdo  que sigue en mi mente y en mi alma, cuando yo te amaba ¡Que recuerdo tan único de mi vida pasada!.

Hoy que  es el último día dentro de este cuerpo, que en mi vida me acompaña, que desprendo de él, para juntar nuevamente tu alma y mi alma, y vivir la eternidad como Dios deseaba.

Durante este tiempo me dejaste solo, pensé que tu en mi ya no vivías, ahora este ultimo momento en el que regreso a lo que fue mi vida, me doy cuenta que la llama del amor el día de hoy renacería.

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