¿Por qué ser bailarín no es fácil? (Nashiely Velázquez)

Muchas veces me he topado con mucha gente que al escuchar que me gustaría ser bailarina me ve como si fuera un bicho raro, muchos me han dicho que es cosa fácil, que cualquiera lo puede hacer, que no cuesta nada, hoy vengo solamente a decirles un poco de lo que se vive de lado del mundo artístico.

Un bailarín no solo es aquel que se para en un escenario, sonríe y se mueve de un lado a otro, sino que es una persona que siente la música, que con cada movimiento se expresa, somos personas que nos cuesta trabajo explicar de forma verbal lo que sentimos o pensamos, es así como nos damos a conocer al mundo.

Somos personas que en nuestro momento tuvimos que dejar de lado a la familia, a la pareja, a los amigos, fiestas, etc., por estar en un ensayo que no dura 15 min, sino horas y a veces hasta días, todo por hacer un paso o un cuadro “perfecto” con la mínima cantidad de errores, soportamos que alguien nos grite y en algunas ocasiones nos humillen. 

Hace nueve meses, pertenecía a un grupo, era divertido en su momento pero a había días en los que salía de clases llorando, no teníamos derecho a quejarnos puesto que la puerta estaba muy ancha para irnos,  son de esas veces que las frases: “¡ Estás tonta, que no sabes bailar!”, ¡“mira pareces un cerdo bailando!”, “¡ Qué pena me da verte!!” o el “ no sirves”, te derrumban y te hacen sentir que no vale la pena seguir intentando, por un lado digo que estuvo bien, ya que me exigía por hacer las cosas de forma correcta pero por otro lado esas frases no eran de muy buena motivación y  lo único que si aprendí fue a ser fuerte o eso creo.

Por otro lado son una infinidad de requisitos que uno debe tener para ser bailarín en forma profesional, una de ellas es la elasticidad,  no es tarea fácil ya que en el proceso es un poco doloroso acostumbrar al cuerpo, sin embargo el resultado es hermoso, te da la oportunidad de realizar movimientos que no cualquiera puede.

La postura es algo que muestra elegancia y limpieza al baile, es uno de los requisitos también muy importantes, básicamente por lo estético que se ve uno arriba en el escenario pero también cuenta con la ayuda del estilo, una vez que se aprende la postura y colocación, el estilo es quien da el plus final, marca que tipo de baile será y sobre todo dará a entender el sentido o mensaje que uno quiere transmitir.

El tiempo, como ya había mencionado antes uno debe estar primero para el baile que para la vida social,  es nuestra prioridad y debemos dedicarle esfuerzo a todo lo que hacemos, solo así lograremos el objetivo general que es sacar el cuadro y el personal que es ser mejores cada día.

 

Condición física es otro de los factores muy importantes, debemos aguantar las horas que sean necesarias ensayando o montando una coreografía y sobre todo tener resistencia al dolor, puesto que se sufre caídas o movimientos mal ejecutados que dejan dolores musculares, aunque con el paso del tiempo uno se va acostumbrando que pasan a segundo término.

  

Desgraciadamente el peso y la altura siguen siendo de gran importancia, aunque poco a poco quieran quitar esos estereotipos, siguen dejando huella en muchos lugares, he visto como bailarines se privan de muchas comidas o fuman para no sentir hambre, sin embargo existen pocos lugares donde si se le exige al bailarín respetar sus horas de comida y sobre todo mantener su peso saludable, ya que esto les ayuda a que tengan un buen rendimiento y desempeño en el escenario.

A mi punto de vista y después de haber vivido un poco de todo eso, lo más importante es el sentido y la pasión que tengas, no solo en el baile sino en todo lo que uno hace, ya sea cantar, leer, escribir, etc. Si no existe pasión no hay razón, no importa todos los sacrificios que uno pase, si nos gusta valdrán la pena.

Para terminar quiero que las personas se den cuenta del sacrificio por el cual uno pasa y el respeto que se merece al practicar cualquier arte, siempre he dicho que el arte purifica el alma, si vez a una persona cantando, actuando o bailando no te burles mejor aplaude porque no cualquiera tiene el valor de pararse enfrente de un público y hacer lo que ama.